La villa ducal que dejó huella en Zorrilla

José Zorrilla, célebre literato vallisoletano, residió en su juventud en la ciudad burgalesa de Lerma. A la fecha, la villa conserva con afecto la memoria de su paso, rememorándolo con la ruta turística ‘Un paseo con Zorrilla’.

En la provincia de Burgos, Lerma, la villa ducal, guarda entre sus calles una multiplicidad de historias y episodios. Entre los más notorios, se encuentra la vinculación con el renombrado poeta y dramaturgo español, José Zorrilla, creador de ‘Don Juan Tenorio’.

Un escritor único

Originario de Valladolid, con conexiones familiares maternas en Burgos y un tío canónigo de la Colegiata de Lerma, Zorrilla mantuvo una estrecha relación con la villa ducal desde su juventud. Los habitantes de Lerma recuerdan con afecto su tiempo en la localidad. Una calle bautizada en su honor e incluso la ruta turística ‘Un paseo con Zorrilla’ brindan a los visitantes la oportunidad de descubrir más acerca de su estancia en el territorio.

zorrilla y lerma

Nacido en Valladolid en 1817, José Zorrilla vivió allí los primeros compases de su existencia. Siendo aún joven, se trasladó a Burgos, al ser nombrado su progenitor gobernador de la ciudad. Su familia materna era originaria de esta región, y su tío Zoilo Moral era canónigo de la Colegiata de Lerma. Los vaivenes políticos de la época y el destierro de su padre, llevó a la familia a establecerse en Lerma, siendo acogidos por su tío materno.

La residencia familiar se situaba en las cercanías de la Colegiata de San Pedro, en una calle que hoy lleva el nombre de José Zorrilla. En 1887, el Ayuntamiento tomó la decisión de conferirle tal honor, con la intención de tributar homenaje al literato que halló inspiración en estas tierras castellanas. Desde febrero de 2017, una placa con la inscripción: «En esta casa vivió en su juventud el célebre escritor romántico José Zorrilla (1817-1893)», informa a los turistas de la trascendente figura que moró en Lerma.

No obstante, la placa no es el único indicio visible en la calle. Las dos paredes que circundan la casa exhiben fragmentos de la obra del autor. En una de ellas, se puede apreciar un extracto de su Tenorio, obra cumbre: «¡Ah! ¿No es cierto ángel de amor, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla y se respira mejor?».

La lermeña que sedujo a Zorrilla

La segunda inscripción está dedicada a Catalina Benito Reoya, una lermeña que cautivó el corazón del poeta y a la que le dedicó algunas palabras. Tal y como narran en la Oficina de Turismo de Lerma, Zorrilla experimentó en la villa uno de sus enamoramientos juveniles. Aunque procuró ganar el corazón de la joven, no fue correspondido. «¡Catalina! Tú, serena de llanto y de amor ajena, ni oirás mi cantilena, ni sentirás mi pasión», refleja el autor en un verso visible en las calles de Lerma.

un paseo por lerma

En el verano de 1835, conoció en la localidad a uno de sus grandes camaradas, Francisco Luis de Vallejo. Según indica Claudio García, técnico de Turismo del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Lerma, fue el «último corregidor» de la villa. Tal fue la amistad que les enlazó, que años después le dedicó su gran obra. Así queda plasmado en la estatua de Zorrilla frente a la Colegiata de San Pedro, donde se puede observar al dramaturgo escribiendo la dedicatoria del Tenorio a Paco Vallejo.

Una ruta para descubrir al genio de la literatura

‘Un paseo con Zorrilla’ es una ruta de 700 metros que se ubica en parte del conjunto histórico del pueblo, llevando a los visitantes a transitar las mismas calles que el autor de ‘Don Juan Tenorio’ recorrió.

Desde la Oficina de Turismo detallan que esta ruta está bien señalizada, permitiendo a los visitantes explorarla por su cuenta, siguiendo la señalización. Además, pueden obtener un folleto en la propia oficina que relata en detalle la historia que une a Lerma y a Zorrilla. El propio autor es quien narra su historia, acompañándola con ejemplos de algunos de sus escritos más célebres.

«Mucha gente se sorprende, o incluso creen que ha nacido aquí cuando ven la escultura», apunta Claudio García. «Nace en Valladolid, pero es una de nuestras figuras más importantes», añade. De esta forma, Zorrilla se suma a otros grandes nombres vinculados a la población, como el Duque de Lerma o el cura Merino. También llama la atención el hecho de que su Tenorio esté dedicado a un lermeño, o incluso ver que la casa donde habitó el autor castellano está actualmente en venta.

«Hay otras anécdotas, como que era noctámbulo y se asomaba gritando al balcón de su casa; o que cuando llegó, no le gustaba el vino de Arlanza, pero a los pocos meses lo bebía como los demás», agrega García, quien afirma que el río Arlanza o la propia villa también protagonizaron algunos de sus escritos.

Sus obras cumbre

Obra de desvelos ‘Don Juan Tenorio’ no es la única creación de Zorrilla, aunque sí la que lo catapultó al éxito. Actualmente es una de las piezas más reconocidas de la literatura española, y se representa anualmente en la noche del 1 de noviembre. «Es su obra más singular, importante y significativa», explica García, aunque señala que también fue la obra que «mayores dolores de cabeza le trajo».

don juan tenorio

Poco después de redactarla, Zorrilla presentó la pieza en Madrid, pero cosechó escaso éxito. Ante su «penuria económica», decidió vender la obra a un editor, por una cantidad «irrisoria». Años más tarde, al alzarse como una pieza importante, trató de recuperar sus derechos, lo que derivó en una pugna judicial. Sin embargo, su lucha resultó infructuosa. Finalmente, una ley lo consagró como autor de la obra, lo que le permitió obtener una remuneración hasta el fin de sus días.

La historia de José Zorrilla y su vinculación con Lerma es una de las tantas que componen el rico tapiz cultural e histórico de esta villa ducal. Su legado perdura, y la villa conserva con afecto la memoria de su paso, rememorándolo con la ruta turística ‘Un paseo con Zorrilla’. La villa ha sido testigo de la historia, y con este itinerario, invita a los visitantes a sumergirse en su pasado, en compañía del célebre literato.

Descubra esta y otras historias en Lerma, la villa ducal que dejó huella en Zorrilla.

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